La inspiradora historia de Ulises y su triunfo sobre la adversidad
Hoy entrevistamos a Ulises, usuario de nuestra RGA para personas con daño cerebral adquirido “Francisco de Asís”. Ulises tiene 44 años, es natural de Sevilla, está soltero y tiene un hijo de 26 años. Su familia está compuesta, además, por varios hermanos y por su padre y la pareja de éste, ya que sus padres se separaron cuando Ulises tan sólo tenía un año, quedando éste al cuidado de su padre; este hito en su vida fue bastante duro para Ulises, y le costó bastante lidiar con el impacto emocional que ello le generaba. Además, su madre falleció hace unos años. Sus padres, sus hermanos, su abuela y su hijo han sido los principales pilares en su vida, estando con él en todo momento, mostrándole un apoyo incondicional.
Cuéntanos, ¿qué fue lo que te pasó y qué lo provocó?
La noche en que sufrí un Traumatismo Craneoencefálico (TCE) estaba en El Puerto de Santa María (Cádiz) con mi hijo y dos amigas. Esa noche sufrí una caída en la bañera, que me causó una grave lesión hace ya ocho años. Esta caída estuvo provocada por un consumo previo de diversas sustancias tóxicas consumidas durante muchos años, y, en concreto, por un consumo excesivo durante el día en que sufrí dicho accidente. De este accidente hacen ya 8 años.
¿Qué síntomas o efectos más significativos has experimentado tras el daño cerebral?
En un principio, estuve 2 semanas en coma. Además, de los 3 primeros meses no me acuerdo de nada. Tras esto, me vi inmerso en una gran depresión, no quería hablar con nadie, estaba apático, tampoco quería comer, ni salir de mi habitación, ni tomarme los medicamentos. Todo ello durante 2 años.
Fue un golpe muy duro el verme de un día para otro así, con un gran impacto emocional.
El punto de inflexión que hizo que empezara a cambiar mi actitud, a comer, tomarme los medicamentos, seguir mis terapias fue el darme cuenta, el ser consciente de que con esa actitud no iba a conseguir nada. Ahora me alegro bastante de que ese día llegara.
¿Cómo era tu vida antes de sufrir el daño cerebral?
Un absoluto desastre. Lo tenía todo y, sin embargo, no era feliz. Mi vida giraba entorno al consumo de sustancias tóxicas, ya que empecé a consumir a los 16 años. A raíz de sufrir el daño cerebral, toda mi vida cambió, ya que no podía hacer nada, dependía de una persona para hacerlo absolutamente todo.
¿Qué tipo de tratamiento o terapias has recibido para trabajar en tu recuperación?
Estoy siguiendo un tratamiento rehabilitador en todas las áreas: fisioterapia, logopedia, terapia ocupacional y neuropsicología. Esta última disciplina me ha hecho crecer sobre todo como persona y ver la vida desde otro punto de vista.
¿Cómo es tu vida ahora? Cuéntanos un día en tu vida actual.
Ahora soy muy feliz, me levanto todos los días, hago fisioterapia, me tomo mi café de todas las mañanas y luego sigo con el resto de mis terapias. También hago salidas de ocio con mis compañeros, al cine u a otros lugares.
Además, no todo va a ser ocio, por lo que sigo formándome en el ámbito de las tecnologías, y tengo un máster relacionado con ellas; éste lo cursé tras sufrir el daño cerebral.
¿Cuáles eran tus metas y aspiraciones antes del daño cerebral y cómo ha cambiado tu perspectiva desde entonces?
Ningunas. No tenía metas, básicamente. Mi vida giraba únicamente alrededor del consumo de sustancias tóxicas.
Tras sufrir del daño cerebral, ¿cómo ha cambiado esa forma que tenías de ver la vida?
Ha cambiado radicalmente, ya que he dejado totalmente las drogas y el alcohol, y eso se nota muchísimo en mi funcionamiento cognitivo. Estoy mucho más equilibrado y no tengo la inestabilidad emocional que me producía el consumo.
¿Qué actividades u otras acciones hacías antes del daño cerebral y has podido retomar o adaptar después de éste?
Antes podía andar, correr, bailar y hablar bien, pero aún estoy trabajando para poder volver a hacer todo esto que antes hacía y que echo de menos.
¿Qué es lo que más echas de menos de tu vida antes de sufrir el daño cerebral?
Nada, porque como dije anteriormente, era un desastre.
¿Cómo ha sido tu evolución desde que ingresaste en la RGA para personas con daño cerebral “Francisco de Asís”?
Muy buena, llegué al centro residencial en cama, no podía moverme y era totalmente dependiente para realizar cualquier actividad. Actualmente ando con ayudas técnicas y estoy avanzando, llegando incluso a subir y bajar escaleras solo y a andar cortos períodos de tiempo sin ayudas técnicas, mejorando el equilibrio y la coordinación.
También estoy mejorando bastante en mis sesiones de logopedia, neuropsicología, terapia ocupacional, etc.
He tenido mucha suerte al poder ir recuperándome poco a poco, ya que podría haber fallecido el día en que sufrí el Traumatismo Craneoencefálico (TCE).
¿Qué consejo le darías a otras personas que están pasando por una situación similar?
Que se animen, que luchen y que todo es posible. Y, sobre todo, a todas las personas que están leyendo esto, que no tomen drogas ni alcohol, ya que son sustancias que no nos aportan ningún beneficio.
¿Qué metas o logros te has propuesto alcanzar en tu vida después del daño cerebral?
Me gustaría vivir más cerca de mi familia y de mis amigos. Además, me encantaría poder vivir solo en un piso adaptado y trabajar en algún trabajo relacionado con las tecnologías. Para conseguir esto último estoy formándome realizando cursos relacionados con el tema.
Además, voy a seguir trabajando para seguir mejorando físicamente.
¿Cuál ha sido el mayor aprendizaje o crecimiento personal que has experimentado como resultado del daño cerebral?
Mi principal aprendizaje ha sido aprender a valorar la vida, ya que antes de sufrir el daño cerebral no la valoraba.
Por último, añadir que soy muy feliz ahora, y me alegro de haber sufrido el daño cerebral, ya que, aunque tenga aún secuelas, ahora estoy realmente viviendo mi vida.