EL ARTE POR LA INCLUSIÓN DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD
La diversidad funcional es una realidad para muchas personas en todo el mundo. Se utiliza este término para definir un fenómeno que tiene en cuenta de forma igualitaria a todos los miembros de la sociedad. Por tanto, considera que todas las personas poseen funcionalidades o capacidades diferentes entre sí.
En este sentido se tiene que aclarar que no se trata de una forma diferente para nombrar la discapacidad, sino una forma de referirse a la misma sin caer en la discriminación o exclusión, un modo de vencer los estereotipos que se generan sobre las personas con diversidad funcional y como camino hacia la inclusión social de todas las personas.
Esta inclusión social entendida como proceso de mejorar la habilidad, la oportunidad y la dignidad de estas personas para que puedan participar en la sociedad, es el principal objetivo en los que basamos los programas que se desarrollan desde la Fundación Internacional APRONI.
El arte se configura como una potente herramienta para lograr la inclusión ya que puede ser una forma de desafiar los mitos que envuelven la discapacidad y cambiar las actitudes hacia estas personas.
Uno de los hitos de la inclusión social es brindar a todas las personas las mismas oportunidades de participar en la sociedad. El arte puede ser una forma de lograr este objetivo, ya que puede ser accesible para todos. Las personas con discapacidad pueden participar en actividades artísticas como la pintura, la música, el teatro y la danza, entre otras. Además, el arte puede ser una forma de crear conciencia sobre esta realidad.
El arte no solo brinda a las personas con diversidad funcional una forma de expresión y comunicación, sino que también desafía los estereotipos y cambia las actitudes hacia ellas. A través de la participación en actividades artísticas, estas personas pueden desarrollar habilidades sociales y emocionales, descubrir nuevas formas de pensamiento y creatividad, y fortalecer su autoestima y confianza.
En el Servicio Centro Ocupacional «Santa Ana» de APRONI, algunas personas con diversidad funcional se benefician del Programa de Expresión Artística. En este programa, se les brinda la oportunidad de explorar diferentes técnicas artísticas y acercarse al trabajo de artistas reconocidos. A partir del análisis de los elementos artísticos utilizados por los referentes, aplican sus conocimientos en la creación de obras en papel, lienzo o textos. Los trabajos más destacados se recopilan anualmente en una agenda escolar o agenda anual, que se entrega como obsequio a los donantes de la entidad. Esto genera alegría y satisfacción en los participantes, quienes pueden apreciar el reconocimiento de su trabajo.
En resumen, el arte no solo tiene el poder de promover la inclusión social de las personas con diversidad funcional, sino que también es una herramienta para la transformación de nuestra sociedad en una comunidad inclusiva, justa y empática. Al proporcionar oportunidades equitativas de participación en actividades artísticas, podemos superar los estigmas y prejuicios asociados a la diversidad funcional, fomentando así una mayor comprensión y aceptación de la diversidad en todas sus formas. El arte se convierte en un puente que une a las personas, promoviendo el respeto, la igualdad y la valoración de cada individuo, sin importar sus capacidades o funcionalidades particulares.
Además de su impacto en la inclusión social, el arte también despierta la conciencia y promueve la sensibilización sobre la realidad de las personas con diversidad funcional. A través de las manifestaciones artísticas, como exposiciones, performances, obras teatrales o proyecciones audiovisuales, se pueden abordar temas relacionados con la diversidad funcional y generar un diálogo abierto sobre la importancia de la inclusión y el respeto a la diversidad.
Estas iniciativas artísticas pueden llegar a un amplio público y desafiar los estereotipos y prejuicios arraigados en la sociedad. Al mostrar las capacidades y talentos de las personas con diversidad funcional a través del arte, se rompen barreras y se fomenta un cambio de perspectiva, propiciando así una mayor aceptación e integración.
Es importante destacar que el arte inclusivo no se trata solo de la participación de personas con diversidad funcional en actividades artísticas, sino también de garantizar condiciones de accesibilidad y adaptación para que todas las personas puedan disfrutar y participar plenamente en experiencias artísticas. Esto implica, por ejemplo, la adecuación de espacios culturales, la disponibilidad de materiales y recursos accesibles, y la formación de profesionales en la inclusión de personas con diversidad funcional en el ámbito artístico.
La promoción del arte inclusivo requiere el compromiso y la colaboración de diversos actores sociales, como instituciones culturales, artistas, organizaciones de la sociedad civil y la comunidad en general. Es fundamental fomentar alianzas y trabajar de manera conjunta para garantizar que todas las personas tengan igualdad de oportunidades para participar y disfrutar del arte.
En conclusión, el arte es una poderosa herramienta para promover la inclusión social de las personas con diversidad funcional. A través de la expresión artística, se desafían los estigmas, se fomenta la sensibilización y se crea un espacio de diálogo y reflexión. El arte inclusivo nos invita a reconocer y valorar la diversidad, y a construir una sociedad más justa y empática donde todas las personas sean respetadas y puedan desarrollar su potencial creativo y artístico.
HACIA UN MODELO DE ATENCIÓN OCUPACIONAL Y PRELABORAL
El centro ocupacional tiene como objetivo favorecer el pleno desarrollo y la máxima habilitación ocupacional e inserción laboral de las personas con discapacidad intelectual, así como, alcanzar la inclusión social de estas personas en sus distintos entornos de convivencia, todo ello a través de un modelo de atención centrado en la persona.
Las actividades ocupacionales tienen como fin la adquisición de hábitos laborales básicos, y además se benefician de programas y terapias específicas. El objetivo final no será tanto la productividad sino la terapia a través de la ocupación, mediante la elaboración de regalos de boda, comuniones y bautizos. Realizamos actividades de ajuste personal y social con el fin de preparar a la persona con discapacidad a enfrentarse a las exigencias de la vida cotidiana y el trabajo. Para ello, contamos con una amplia oferta de talleres y actividades de ocio, culturales, formativas y deportivas que completarán el enriquecimiento personal de cada uno de las personas que atendemos.
El Centro Ocupacional “Santa Ana”, es un espacio de atención a las personas con discapacidad donde podrán desarrollar actividades ocupacionales y, a la vez, una antesala para aquellos que puedan acceder un mercado laboral ordinario.